La concatedral de Santa María la Mayor es sede del Obispado de Segorbe-Castelló, junto con la catedral de Segorbe. La historia de esta concatedral está llena de avatares desde el inicio de su construcción, que data del siglo XIII.
Tras un incendio, fue reconstruida en el siglo XV y se finalizó en 1549. De nuevo fue demolida durante la Guerra Civil española, en 1936, y reconstruida a partir de 1939, con un proyecto de Vicente Traver Tomás, que se inspiró en los trazos del templo en ruinas.
En 1960 adquirió el rango de concatedral, al crearse la Diócesis de Segorbe-Castelló. Tras varios años de obras, la familia Traver dio por finalizada la reconstrucción en 2001.
De la iglesia gótica original solo quedan sus tres puertas de acceso, además de algunos elementos ornamentales. El templo actual ocupa una manzana completa. La planta de cruz latina tiene tres naves cubiertas con bóveda de crucería, con la central delimitada por pilares octogonales, de los que arrancan los arcos fajones. El crucero remata con un cimborrio que se cubre con bóveda estrellada de dieciséis puntas y ocho claves secundarias, y la cabecera, con ábside pentagonal. La portada más antigua se encuentra en la calle Arcipreste Balaguer.
El acceso por la plaza de la Hierba presenta decoración vegetal en los capiteles, mientras que la portada principal es de un gótico más avanzado que el de las otras dos. En su interior hay una imagen de la Inmaculada del siglo XVIII, imágenes barrocas y varios lienzos interesantes, así como piezas de orfebrería y otros ornamentos.
La concatedral de Santa María está catalogada como Bien de Interés Cultural y figura inscrita en el Patrimonio Nacional y en el Patrimonio Cultural de la Generalitat Valenciana.
