El Molí de la Font El Molí de la Font es un manantial de agua dulce que se encuentra en el paraje de la Font de la Reina. Cerca de este espacio natural se encuentran el castillo de la Magdalena y el paraje de la ermita de Sant Francesc de la Font.
El origen del Molí de la Font nos remonta a finales del s. XIV, cuando en 1478 el baile real concedió su autorización para su reconstrucción. Posteriormente, fue utilizado como molino de trigo para hacer harina y, más tarde, como industria textil en la fabricación de paños. No obstante, es a partir del siglo XX cuando la industrialización actúa sobre el manantial para reacondicionarlo, mediante la introducción de máquinas y turbinas, y, así, convertirlo en un marjal para poder cultivar arroz en él.
Junto al molino, en el camino Vinamargo, se encuentra la ermita de Sant Francesc de la Font, que fue construida en la primera mitad del siglo XVIII. Su carácter mitológico va ligado a la historia del molino, ya que Josep Pascual Tirado, autor del libro Tombatossals, hace alusión a que, un día de San Francisco, el gigante Tombatossals y sus amigos partieron desde el Molí de la Font a la conquista de las islas Columbretes.